Os paso una nueva lista de apuntes
recopilados a base de escuchar atentamente lo que dicen las gurús
youtubers, en esta ocasión en relación con todo aquello que nos puede echar años encima. O, dicho de otro modo, maneras de evitar ser una chica de oro prematura.
– Pasarse con los polvos. Del
mismo modo que con la acumulación de cumpleaños se alargan las resacas,
se va notando más el peso del bolso y se tiende a reflexionar antes de
calzarse unos tacones, a medida que van pasando los años a la
piel le cuesta cada vez más aguantar todo aquello que se le pone encima
que no puede absorber y, en consecuencia, tiene que sostener. De ahí el antipático ‘efecto acordeón’
que crean en los párpados las sombras en polvo. De ahí, también, los
repetidos consejos destinados a evitar que, en un afán por homenajear a
nuestra ya citada María Antonieta, la cara acabe por parecer una máscara
de yeso cuarteada.
– Pasarse con el corrector, o con la base. Por el mismo motivo que lo anterior: cuanto más denso, más pesa, y más le cuesta a la piel sostenerlo. Por ello se recomienda aplicarlo a golpecitos, con idea de que penetre, y controlar las cantidades.
– Cualquier tipo de línea, sea la raya del ojo, el perfilador de labios o el arco de la ceja. Dicho en plan teorema, toda línea recta acabará siendo sinuosa cuando se aplique sobre una piel poco tersa. El secreto es difuminar. Mucho mucho mucho. Y más. Pintar y pasar el pincel, el bastoncillo, el dedo o lo que sea para que no se noten contrastes.
– El código de barras. Especialmente cuando el color de los labios se cuela por las arrugas. De nuevo, difumínese.
Aunque antes se haya utilizado un lápiz para resucitar ese claro perfil
que nos salió a los catorce y empezó a desaparecer unas décadas más
tarde, tras aplicarlo se recomienda difuminar. Lo de usar un perfilador transparente no
acabo de verlo del todo claro, pero habrá que probar (Nota: poner en la
lista de la compra) (Nota 2: posible ‘momento cobaya’).
– El colorín. Es decir, tonos
subidos, colores fuertes, y en general todo lo que tienda a crear un
‘efecto payaso’. Lo que no quiere decir que una no pueda ponerse
picassiana si le apetece. Simplemente, hay que partir de la premisa de
que nos quitaremos años con marrones y rosáceos, y nos los pondremos pintarrajeando.
Envejecer es un poco aburrido, la verdad. Con lo que me gusta a mí el colorete…
No hay comentarios:
Publicar un comentario