
Nada mejor que tener metas y perseguirlas para hacer que las sábanas se despeguen, incluso los lunes. Ver de nuevo Armas de mujer puede servir de inspiración. Sin las hombreras. Ni los peinados. Tal vez baste con canturrear la música.

El futuro es insondable. Puede ser
predecible, esperado e incluso planeado; pero cuando llegue se
transformará en un presente lleno de preguntas sin respuesta. Merece
poco la pena pararse a pensarlo demasiado. Además, puede que estés
apenas procrastinando porque aún no te has decidido a colgar en el
armario la ropa de invierno.

Esos cambios que sabías que iban a
llegar no acabarán de materializarse hasta que los asumas. Vestir ese
jersey que ni siquiera recuerdas exactamente en qué año lo compraste y
aún lleva la etiqueta puede ayudar. Por si no ha quedado claro: sí, es
una metáfora.

Es el momento de volver a merendar.
Tardes en el sofá, debajo de una manta, con una bebida caliente y un
plato de galletas. Un libro o una película. Una ventana. Se puede ser
muy feliz con eso, sin necesidad de nada más.

El hartazgo es una sensación, y pasa.
Sin embargo, cuando se tiene es como estar atragantándote con cada
bocado. Estás en todo tu derecho de explotar hacia donde quieras. Puede
ser llenando una bolsa de basura con las cosas que ya no puedes ni ver.

Ese cosquilleo que te sube por dentro
seguro, seguro que quiere decir algo. Aún no sabemos qué, pero lo
sabremos. Lo ideal es no ignorarlo sin llegar a estar totalmente
expectante. Cuando ya no lo notes sabrás de dónde venía.

Las pequeñas cosas, casi cotidianas, que
van abriendo pequeñas nuevas etapas en simultáneo son como capítulos de
la novela vital que se van sucediendo. Fueron proyectos y serán
recuerdos, pero ahora son sobre todo nuevos presentes.

Te mereces estar bien y disfrutarlo.
Abre la puerta, entra en la casa, respira hondo y verás que estás
preparada para lo que venga. Piensa en el océano. Piensa en el amanecer.
Piensa en una luz brillante.

Despertarse después de dormir mucho es
como llegar al mundo de nuevo. Despertarse después de soñar mucho es
como aterrizar después de haber estado en un universo paralelo. Si lo
que soñaste te gustó, ahí tienes nuevos proyectos. Si te traumatizó,
alégrate por el regreso.

Queda poco tiempo, pero llegas. Se trata
de pensar con claridad, establecer prioridades, organizar el tiempo.
Fue posible, es probable y, seguramente, será. Ahora lo que interesa es
completar el recorrido hasta ello.

Puede que la respuesta no esté en el
fondo de la copa de vino, pero ir bebiendo mientras se busca ayudará en
la empresa. Cada segundo es un precioso momento.

Cada nuevo día está sin estrenar. Nadie
lo ha visto, nadie lo ha vivido, nadie lo presiente. Si al sonar el
despertador crees que estás viviendo el día de la marmota algo va mal,
pero no es tu vida sino tu percepción. Hacer que parezca que todo se
repite es solo cosa tuya.