martes, 22 de enero de 2019

Aquí nadie viste de Prada




Soy consciente de que, para creerme del todo mi papel de pringada con un futuro prometedor, debería tener una jefa tiránica, una compañera más antigua y muy envidiosa, un escritorio y algún tipo de flirteo con un tipo atractivo al que suela encontrarme en el ascensor. Pena que las estrecheces de la vida moderna me hayan llevado, como a tant@s, a trabajar desde casa, en plan autónoma/precaria, costeándome cafés, electricidad, agua, internet y equipo, y sin posibilidad de fantasear siquiera con un romance de oficina.

Aislada como estoy, cual ermitaña involuntaria, no me queda otra que dedicar los días a leer, leer y leer. Revistas de moda y belleza; blogs; páginas de marcas; publicidad; reseñas; críticas; lo mucho que aparece en las redes sociales; más publicidad,… Y, a ratos, el ¡Hola!; que cuenta poco de esto, pero entretiene que no veas.

Ello me ha revelado que estoy sola en el mundo real, pero no en el virtual. Lo de la belleza aparentemente le interesa a mucha gente. Estos son apenas algunos ejemplos escogidos al azar de entre muchos, muchos, muchos, muchos. Y sé que no debería sorprenderme. Pero me sorprende. No el hecho, sino el volumen. Me paraliza. Pero no me sobrepasa. Voy a poder con esto. Lo sé.

2 comentarios:

  1. Lo de la belleza le interesa a mucha gente, sí, aunque muchas no tengamos ni idea. Yo soy de las tuyas. Glubp.

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  2. Gracias, reina! Yo he sido fan de todo: de Eva Nasarre, de los calentadores, de Vicky Larraz, pero nunca imaginé que tendría una fan.

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