jueves, 17 de enero de 2019

Soñar no cuesta nada



Tras leer que la creadora de Glossier comenzó siendo bloguera no paro de fantasear con la idea de ser el cerebro que pone en marcha un Glossier hispano. Aunque no lo llamaría Brillantísimo. Ni mis tiendas recordarían al salón de belleza de la Barbie. Ni los coloretes imitarían a los tubos de pintura al óleo. Lo mío tendría un estilo diferente. Aún no sé cuál, pero sin duda distinto. E imagino que no soy la primera a la que esto se le ocurre; pero como soñar no cuesta…


En un rápido vistazo a la página se pilla más o menos de qué va esto del brillo. Creo. Gente real con vidas reales, que se acepta tal cual es y se maquilla porque quiere. Da subidón, no voy a negarlo. Así que me adentro en el blog que dio vida al imperio… y las horas se esfuman… Consejos como ducharte después de maquillarte para fijar el corrector (!); utilizar las servilletas del Starbucks como papel absorbente para apagar los brillos de la cara (!!); o sustituir la toalla por una camiseta vieja para que no se te encrespe el pelo (!!!). Junto con listas de música vintage para escuchar los sábados por la mañana, extensas explicaciones de lo que es sentirse ‘beige’, o perlas como “quien tenga dos dedos de frente debe utilizar la barra de labios como colorete” (en libre traducción).

Cuando consiga desengancharme voy a ver si hay algo similar por estos lares.

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